domingo, 17 de abril de 2016

Dedos Amarillos


Cuando fumaba como dije anteriormente lo hacía muy seguido, tan seguido que mis dedos en algunas ocasiones eran más amarillos que un chino. Podía oler el tabaco en mis dedos y estos se tornaban amarillos como queriendo dar una especie de advertencia sobre lo que estaba haciendo, pero como muchas veces las ganas de fumar y la adicción en la que estaba metido no me dejaba ver con claridad que el tabaco de alguna manera me estaba afectando. Estaba tan segado por el humo del tabaco que no visualizaba que realmente me estaba haciendo daño y el color cambiante de mi piel me los estaba mostrando, pero no, no lo podía ver.
Hoy que no fumo y veo esta imagen recuerdo las veces que recogía colillas del suelo para poder fumar, o rescataba las colas de los ceniceros en la casa para hacer uno con papel de liar, las ganas de fumar me estaba llevando incluso a recoger lo que otros botaban para tener que fumar. En esa época tuve los dedos más amarillos como nunca, y si mis dedos estaban así, ahora imagino como debieron estar mis pulmones en aquella ocasión que encendí un cigarro con la cola del otro.
Pero ¿cómo llegue hasta aquí?, ¿cómo fue que llegue a fumar de tal manera que mis dedos se pusieron amarillos de nicotina y alquitrán?, hoy lo pienso y creo que el hecho de que estaba consumiendo una producto que destruye, mata y que además es adictivo, me importaba muy poco, lo único que quería en esos momentos era fumar, no me importaba si olía mal, si mi aliento parecía un cenicero o que mi ropa estuviera más ahumada que una sierra coquimbana. Las ganas de fumar, me hacían pasar por alto cualquier idea del daño que me hacía fumar, y por ello los dedos amarillos, en vez de ser una advertencia pasaron a ser algo cool: “¡mira! Estoy fumando tanto que mis dedos ahora son amarillos, jaja”, que idiota.
Hoy mis dedos no dejaron de ser feos, pero ya no son amarillos y no huelen mal, y eso es muy agradable, ya que las manos son lo primero que alguien mira cuando conoce a una persona, y para otros las manos dicen mucho, y claro que sí, ahora que lo pienso mis manos estaban gritando: ”fumo mucho y no soy capaz de esperar que mis dedos dejen de estar amarrillos para fumar otro”, si hago una comparación ahora, no era tan distinto a aquel que consume otra droga más fuerte como la pasta base o la cocaína.

El cómo deje de fumar, no importa, lo importante es que lo pude hacer porque realmente quería, y si yo pude tú también, recuerda que debes encontrar la motivación adecuada a ti, y dejar de tener dedos amarillos podría ser una buena causa para determinar dejar de fumar de una vez por todas. 
Comenta y comparte tu experiencia, me gustaría saber si también tienes los dedos amarillos y si estas dispuesto a dejar de fumar.

viernes, 8 de abril de 2016

La más fuerte razón para dejar de fumar

Ya llevo tres años en una relación con los cigarros en la que solo los veo cuando entro a algún almacén y ahí los venden o haciéndole el quite al humo exhalado por los pulmones de mis amigos. Pero hace tres años era yo el que echaba humo por la boca y los compraba en los negocios, creo poder decir que fumaba bastante, incluso algunas veces prendí un cigarro con la colilla del que recién había fumado. También estaba acostumbrado a pedir cigarros, como quien va por la calle y ve fumando a una persona y le pide un cigarro y este le pasa uno de su caja y comienzan a conversar mientras distendidamente echan humo por la boca, en cualquier momento del día, o era el que pedía o era el que daba uno, entonces estas concentrado en lo que haces, se acerca alguien a pedirte un cigarro e inmediatamente se activan tus gana de fumar, la frase es “¡Vamos!”.
Llegue a un momento en que muchos aspectos de mi vida se relacionaban con fumar, conversar con amigos, esperar, para antes de dormir, para después de comer, para darte un break, para ir al baño, para salir a caminar un rato. Para que decirte lo que hacía mientras veía la televisión, o iba a cualquier tipo de reunión social, en serio, creo solo haber respetado las iglesias, y los hospitales en lugares que no fume, pero varias veces me pillaron fumando dentro del baño del autobús, debí haberme tomado una foto.
Pero ninguna de estas cosas me despertó consciencia, fumaba igual, ya que yo no sentía un ambiente tan saturado o por decirlo de alguna manera apestosa, que quiero decir con esto, mi habitación olía a fiasco, al recto de una micro, y yo no me daba cuenta porque yo olía exactamente igual. No me daba cuenta que el ambiente tenía una bruma de tabaco, ya que la estaba creando y esta fue aumentando en la misma medida que mi cuerpo se acostumbraba a esta, no fue de golpe, no fue inmediato, era tan leve el aumento de la toxicidad en el ambiente que me rodeaba que yo no me daba  cuenta de ese paulatino acrecentamiento.
Aun así, seguí fumando después de haber intentado anteriormente dejar de fumar de todas las maneras posibles, [LERP1] creo que por falta de dinero a costa de que fumaba demasiado no me hice una hipnosis para intentarlo, ya que incluso comí uvas, y olía los cigarros que estuvieron dentro de un vaso con agua toda una noche, el olor es espantoso, pero aun así lo seguía haciendo. Paso un día que desperté y en el mueble al costado de la cama había un cenicero sobre un libro, luego de cinco días, volvió esa imagen a mi mente y pensé: “Algo no cuadra, fumo más de lo que leo y además permito que siga fumando mientras duermo”. Pero aun así, seguí fumando. Creo que el cigarro es de aquellas drogas que te ciegan a tal punto que puedes estar viendo miles de motivos, incluidos aquellos que son médicos, de el por qué el cigarrillo es nocivo y seguimos fumando.
Hasta que un día sucedió, iba caminando por la calle cantando alguna canción, cuando al llegar a la esquina puedo ver a un hombre dando la última calada a un cigarro que solo podía tomar con las yemas de sus dedos pulgar e índice, era una puta cola, y mientras le daba la última fumada al cigarro el cual pedía por favor que lo tirara al piso, pasa una micro de esas que deberían estar prohibidas o en una película de la franquicia Mad Max, arrojando con un camión tolva una cantidad industrial de humo de combustión interna de tres tiempos o lo que sea, era demasiado humo como para soportarlo, pero cuando todo disipo el hombre recién terminaba su última fumada y tiraba la cola por fin al piso. Debo aclarar que nunca supe quién era o que hacía, no lo seguí, ni nada. Pero al otro sábado mientras estábamos en una fiesta a todo pasando llego esa imagen nuevamente a mí y no sé si fue la piscola o algo por el estilo que pensé, este compadre no sintió nada, no se inmuto, incluso creo que no le importo, le lanzaron humo directamente a la cara y no mostraba signo de desagrado parecía más bien un personaje de una película de ciencia ficción, más que un ser humano y pensándolo de alguna manera yo también vivía en un ambiente así y no era capaz de darme cuenta hasta que lo vi en otro.
Debo decir que ese señor me ayudo a tener la mayor motivación que había encontrado en la vida para dejar de fumar, no quería verme como él ya que no me gusto lo que había visto, por ende debía dejar de hacerlo. Entonces en medio de la fiesta, apague el cigarro a la mitad en un cenicero lleno de cigarros y el resto los deje sobre la mesa, nunca más fume, o por lo menos bajo mi voluntad, pero eso lo aclarare después.

¿Y tú?
¿Qué técnicas has usado para dejar de fumar?
Dejar de fumar se puede, si lo hice, ¿por qué tu no?

martes, 5 de abril de 2016

Entrada de Bienvenida

Imagen tomada de http://correodelsur.com/ecos/20160131_definitivamente-tabaco-fuera.html
Comienzo este blog para ayudar a los que quieran dejar de fumar de manera natural y propia tal cual lo hice yo, entonces este blog también lo hago para reafirmar mi condición de no fumador, y de esta manera ayudar con las cosas que hice a los que quieran dejar de hacerlo. El cómo funcionó, de alguna manera, porque ya llevo tres años sin fumar y no re caí ninguna vez, entonces si yo pude (y creo no tener tanta fuerza de voluntad) muchos otros podrán hacerlo seguro mucho más fácil que yo. Esto fue un largo proceso en el cual primero tuve que convencerme al cien por ciento de que quería dejar de fumar, ya que en cierta medida ya no estaba sintiéndome bien, los dolores de cabeza eran seguidos, los dientes y los dedos estaban siempre amarillos, no podía percibir bien los olores y además me cansaba muy rápido, to esto lo atribuí al cigarro, fumar realmente me estaba matando lentamente y debía dejarlo. Pero ya sabemos que el cigarro contiene sustancias que son nocivas al cuerpo humano y además provocan la adicción con la cual las personas deben luchar y por ende les cuesta dejar el cigarro tanto como a una persona alcohólica dejar el alcohol, o a un drogadicto dejar la cocaína o la pasta base. En cierta medida tu que fumas y yo cuando fumaba somos tan adictos como cualquier otra persona que consume cualquier droga prohibida en nuestro país, la diferencia es que con el cigarro se hacen millonarios personas que no conocemos con la salud tuya o mía, y los gobiernos permiten que estas grandes empresas vendan veneno a sus ciudadanos gracias a que pagan dineros a los políticos del país y ellos hacen la vista gorda de productos que están permitidos y que a la larga matan a los ciudadanos del país que ellos se han comprometidos a cuidar.

El cigarro mata, a algunos más rápido que a otros, pero de que mata, mata. Además de concluir en que también afecta a la economía de las personas, ya que comprar cigarros para una persona adicta es un gasto enorme si es que esta persona consume una cajetilla de cigarros al día, he visto personas que fuman dos cajetillas al día. Si consideramos que una persona consume diez cigarros al día, en un mes estaría gastando aproximadamente, $45.000 pesos chilenos, algo así como U$60. En el presupuesto de una familia chilena de cuatro personas, quien fuma diez cigarros al día, está gastando más dinero en si adicción al cigarro que en pan para su familia, estas cosas son las que al darme cuenta de ellas permitieron que dejar el cigarro fuera más fácil. Sin duda que al principio costo, y que a veces este tipo de argumentos los pasaba me los pasaba por donde me daba la gana, porque en las primeras instancias la adicción al cigarro era más fuerte que cualquier argumento que pudiera decirme, han escuchado a personas decir “fumo muy poco”, “solo fumo después de comer” o “solo fumo cuando salgo con mis amigos”. Lamentablemente bajo cierta consideraciones estas personas son adictas son darse cuenta, el problema es que el cigarro esta tan aceptado en la sociedad que ni siquiera sabemos que somos adictos al cigarro y atacamos a otras personas que están en una situación menor, igual o suprior con respecto a cualquier otra adicción, café, Coca Cola, drogas, alcohol. Esto lo digo porque si no eres capaz solo un día de no fumar en un momento en que siempre lo has hecho, déjame decirte que eres un adicto. Pensemos, que tú eres la personas que acaba de decir: “ en realidad fumo poco”, y fumas un cigarro cuando sales a regar tus plantas en la noche, intenta salir a regar la plantas sin fumar un cigarro una vez, si en esta ocacion sientes una cierta incomodidad o un cierto estado de ánimo que no has sentido antes, estas ante el síndrome de abstinencia, tal cual lo tuve yo cuando en mucho tiempo no podía quedarme dormido después de dejar de fumar, porque no me estaba fumando el ultimo cigarro del día, el cual lo fumaba acostado, con pijamas, bajo las sabanas con un cenicero en el velador lleno de cigarros. Imagíname a mí no poder quedarme dormido mirando al techo, porque en realidad me faltaba algo, y las sensaciones y todas las vueltas que me daba en la cama solo era el síndrome de abstinencia y eso eran las incontrolables ganas de fumar. Como puedes darte cuenta fui bastante adicto al cigarro, mucho creo yo, pero lo pude hacer, lo logre, son ningún tratamiento médico, sin pastillas, sin cigarros electrónicos ni acudiendo a charlas, lo hice yo mismo, solo usando  mi fuerza de voluntad, cosas que todos tenemos y que toma una fuerza increíble cuando tenemos ganas y convicción de que lo que queremos hacer lo podremos hacer.

Comparte esta entrada en tu muro de Facebook y redes sociales y ayuda a quienes sabes quieran dejar de fumar.