viernes, 8 de abril de 2016

La más fuerte razón para dejar de fumar

Ya llevo tres años en una relación con los cigarros en la que solo los veo cuando entro a algún almacén y ahí los venden o haciéndole el quite al humo exhalado por los pulmones de mis amigos. Pero hace tres años era yo el que echaba humo por la boca y los compraba en los negocios, creo poder decir que fumaba bastante, incluso algunas veces prendí un cigarro con la colilla del que recién había fumado. También estaba acostumbrado a pedir cigarros, como quien va por la calle y ve fumando a una persona y le pide un cigarro y este le pasa uno de su caja y comienzan a conversar mientras distendidamente echan humo por la boca, en cualquier momento del día, o era el que pedía o era el que daba uno, entonces estas concentrado en lo que haces, se acerca alguien a pedirte un cigarro e inmediatamente se activan tus gana de fumar, la frase es “¡Vamos!”.
Llegue a un momento en que muchos aspectos de mi vida se relacionaban con fumar, conversar con amigos, esperar, para antes de dormir, para después de comer, para darte un break, para ir al baño, para salir a caminar un rato. Para que decirte lo que hacía mientras veía la televisión, o iba a cualquier tipo de reunión social, en serio, creo solo haber respetado las iglesias, y los hospitales en lugares que no fume, pero varias veces me pillaron fumando dentro del baño del autobús, debí haberme tomado una foto.
Pero ninguna de estas cosas me despertó consciencia, fumaba igual, ya que yo no sentía un ambiente tan saturado o por decirlo de alguna manera apestosa, que quiero decir con esto, mi habitación olía a fiasco, al recto de una micro, y yo no me daba cuenta porque yo olía exactamente igual. No me daba cuenta que el ambiente tenía una bruma de tabaco, ya que la estaba creando y esta fue aumentando en la misma medida que mi cuerpo se acostumbraba a esta, no fue de golpe, no fue inmediato, era tan leve el aumento de la toxicidad en el ambiente que me rodeaba que yo no me daba  cuenta de ese paulatino acrecentamiento.
Aun así, seguí fumando después de haber intentado anteriormente dejar de fumar de todas las maneras posibles, [LERP1] creo que por falta de dinero a costa de que fumaba demasiado no me hice una hipnosis para intentarlo, ya que incluso comí uvas, y olía los cigarros que estuvieron dentro de un vaso con agua toda una noche, el olor es espantoso, pero aun así lo seguía haciendo. Paso un día que desperté y en el mueble al costado de la cama había un cenicero sobre un libro, luego de cinco días, volvió esa imagen a mi mente y pensé: “Algo no cuadra, fumo más de lo que leo y además permito que siga fumando mientras duermo”. Pero aun así, seguí fumando. Creo que el cigarro es de aquellas drogas que te ciegan a tal punto que puedes estar viendo miles de motivos, incluidos aquellos que son médicos, de el por qué el cigarrillo es nocivo y seguimos fumando.
Hasta que un día sucedió, iba caminando por la calle cantando alguna canción, cuando al llegar a la esquina puedo ver a un hombre dando la última calada a un cigarro que solo podía tomar con las yemas de sus dedos pulgar e índice, era una puta cola, y mientras le daba la última fumada al cigarro el cual pedía por favor que lo tirara al piso, pasa una micro de esas que deberían estar prohibidas o en una película de la franquicia Mad Max, arrojando con un camión tolva una cantidad industrial de humo de combustión interna de tres tiempos o lo que sea, era demasiado humo como para soportarlo, pero cuando todo disipo el hombre recién terminaba su última fumada y tiraba la cola por fin al piso. Debo aclarar que nunca supe quién era o que hacía, no lo seguí, ni nada. Pero al otro sábado mientras estábamos en una fiesta a todo pasando llego esa imagen nuevamente a mí y no sé si fue la piscola o algo por el estilo que pensé, este compadre no sintió nada, no se inmuto, incluso creo que no le importo, le lanzaron humo directamente a la cara y no mostraba signo de desagrado parecía más bien un personaje de una película de ciencia ficción, más que un ser humano y pensándolo de alguna manera yo también vivía en un ambiente así y no era capaz de darme cuenta hasta que lo vi en otro.
Debo decir que ese señor me ayudo a tener la mayor motivación que había encontrado en la vida para dejar de fumar, no quería verme como él ya que no me gusto lo que había visto, por ende debía dejar de hacerlo. Entonces en medio de la fiesta, apague el cigarro a la mitad en un cenicero lleno de cigarros y el resto los deje sobre la mesa, nunca más fume, o por lo menos bajo mi voluntad, pero eso lo aclarare después.

¿Y tú?
¿Qué técnicas has usado para dejar de fumar?
Dejar de fumar se puede, si lo hice, ¿por qué tu no?

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